Crometofobia o Crematofobia: Es una de las que más llaman la
atención. Es el miedo al dinero y valores de capital. Los expertos señalan que
esta fobia no es algo pasajero, sino persistente (e injustificada) en quienes
la padecen. Por otro lado está la aurofobia, que es el miedo al oro.
Enofobia: Temor o asco al vino.
Efebifobia: miedo a los
adolescentes. Provocado por el temor que para los que la padecen tienen en
función de su desconfianza basada en prejuicios de edad.
Somnifobia: temor a dormir. Puede producirse cuando el
sujeto cree que puede no despertar nunca, o tener sueños que no desea (onirofobia).
Es un fobia que puede conducir a problemas serios por los trastornos
alimenticios que provoca y, en casos severos, a problemas mentales. La
noctifobia, por ejemplo, es el miedo a la noche y la clinofobia el temor a ir a
la cama.
Sofofobia: Temor a saber y adquirir nuevos conocimientos.
Antrofobia: miedo irracional a las flores. No confundir con
antropofobia, que es el miedo a las personas.
Dipsofobia: el miedo extremo a las bebidas alcohólicas y a
la embriaguez.
Basofobia: miedo a caerse muy común en personas
que han sufrido una operación o se han roto un hueso. Aparte de la psicología,
el fisioterapeuta ha de contar con este temor y ayudar a ganar confianza al
afectado.